El demonio de Tasmania vuelve a Australia 3.000 años después de extinguirse

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Después de ser considerado extinto por más de 3.000 años, nuevamente en Australia apareció el demonio de Tasmania, un marsupial caracterizado por tener una potente mandíbula, que se suma a su ferocidad y pequeño tamaño, y que es originario de la isla de Tasmania.

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El demonio de Tasmania ya no está extinguido

Del animal que había sido considerado extinto, se analizaron muestras durante los últimos años, donde se aseguraba que este tenía al menos 3.000 años de haber desaparecido de Australia, aunque no se pudieron determinar las causas concretas de tal extinción. Sin embargo, expertos señalaron que pudo haber sido ocasionada por otros depredadores de mayor tamaño.

El regreso del demonio de Tasmania a Australia, se da gracias a tres grupos conservacionistas, quienes lideraron un proyecto llamado “Devil Come Back”.

Esto se realizó con la intención de nuevamente introducir su especie al medio ambiente, fortaleciendo además la protección del marsupial que durante muchos años fue cazado indiscriminadamente y que recientemente la especie sufrió una regresión al sufrir una especie de cáncer en la región facial, exclusivo de esta especie. Según estimaciones de los expertos, aún sobreviven en Tasmania unos 25.000 ejemplares de este marsupial.

Durante la primera fase del proyecto mencionado, los conservacionistas se enfocaron en liberar 26 ejemplares del demonio de Tasmania en una reserva natural ubicada en el Parque Nacional Cumbres Barrington, la cual se encuentra a unos 250 km al norte de Sidney.

Además, se ha hecho saber que para los próximos dos años se tiene previsto liberar a otros 20 ejemplares de la especie en la misma zona, los cuales podrán reproducirse entre ellos y crearán una población autosuficiente, si todo sale según lo previsto.

Beneficio para el medio ambiente

  • La reinserción del demonio de Tasmania, no solo es un buen augurio para esta especie que se encontraba extinta, sino que también ayudará al control de los zorros y gatos salvajes, los cuales amenazan constantemente a otras especies endémicas que están en peligro de extinción, y que se encuentran en distintos puntos de Australia continental.
  • El ser un depredador nativo y el marsupial carnívoro más grande del planeta, hace que su reinserción al medio ambiente, lejos de ser perjudicial, sea muy beneficiosa para otras especies, ya que además y actuando como carroñero, podrá mantener libre de enfermedades al medio natural y así se podría renaturalizar Australia.
  • Durante los últimos años, el proyecto de protección y cría de los proteccionistas, ha conseguido el nacimiento de unas 390 crías del demonio de Tasmania, las cuales han sido destinadas a la reinserción en el medio natural.
  • Muchos están tomando como ejemplo el proyecto, ya que es visto como una excelente forma para recuperar los sistemas naturales, para que así sea beneficiada toda la vida en la tierra.
  • Los animales que fueron liberados en la reserva natural de Barrington, son constantemente monitoreados con la ayuda de collares de radio con los que se les equipó, para así evaluar su desenvolvimiento día a día.
  • Investigadores podrán utilizar los resultados de estas observaciones para conocer en detalle, cómo ha sido su proceso de adaptación, que zonas eligieron como mejores condiciones, la dieta que han mantenido y las posibilidades de reproducción entre ellos, para que de esa forma se pueda perfeccionar el proyecto, extendiéndose a otros territorios si es considerado conveniente para estos marsupiales, así como para el medio natural australiano.

Futuro incierto

  • Pese al esfuerzo que han hecho las organizaciones conservacionistas, no se sabe cuál será el futuro que tendrá el demonio de Tasmania, aunque se encuentran en un área de limita y libre de otros depredadores.
  • Además, los que desarrollaron el proyecto, tampoco saben cómo reaccionará el demonio de Tasmania ante el zorro rojo, ya que es una especie que lo supera en tamaño, por lo que las cámaras trampa les permitirán estos realizarles un seguimiento al respecto.
  • Después de tanto tiempo de creerse a este marsupial extinto, resulta importante que se haya conseguido reinsertar nuevamente a esta especie al medio natural, y será aún más interesante si se logra con otras especies que también contribuyen en gran medida con el equilibrio ambiental.
  • Durante los próximos años se podrá ver la evolución que estos demonios de Tasmania han tenido con su liberación al medioambiente, sobre todo lo que respecta a su reproducción, teniendo en cuenta que por esta especie se reproduce por lo general en el mes de febrero, siendo su tiempo de preñez un período de tres semanas, dando a luz una camada entre 20 y 30 crías, pero donde no todos sobrevivirán, ya que la madre solo posee cuatro pezones para amamantar a sus hijos.
  • La protección de los demonios de Tasmania no solo es una responsabilidad del Gobierno de Australia, es una tarea en la que deben participar activamente los habitantes de la isla y hasta los turistas que visitan el país cada año.
  • Con acciones bien desarrolladas y conjuntas, se pueden obtener grandes resultados como los que se vieron en este proyecto y que al parecer, garantizará que en un futuro pueda seguir existiendo este marsupial, como uno de los tesoros de la biodiversidad del planeta.

La sociedad debe esperar más de este tipo de proyectos que le hacen un bien mayor al medio ambiente y seguro saldrán muchos más a la luz pública dentro de poco.